Elaboración

Para preparar los tomates secos (se puede hacer uno o dos días antes) colocar en un bowl, cubrir con agua caliente y dejar 10 o 15 minutos para que se ablanden.

Escurrir y colocar en un frasco, cubrir con aceite, un par de dientes de ajo, una hoja de laurel y un puñado de granos de pimienta negra.

Reservar en la heladera.

Combinar el agua, la levadura instantánea, la harina, la leche en polvo, el azúcar, el huevo y la sal en un bowl.

Mezclar con espátula hasta integrar.

Añadir los tomates escurridos y picados, las aceitunas previamente picadas y la albahaca picada.

Integrar bien los ingredientes y dejar reposar la masa durante 15 minutos, en lugar cálido y cubierto con un paño.

Volcar sobre la mesada enharinada y amasar unos cuantos minutos, armar un bollo y volver al bowl, previamente lubricado con un chorro de aceite de oliva.

Tapar y dejar reposar otros 15 minutos.

Quitar el aire de la masa, amasar un minuto más y volver al bowl, cubrir y dejar levar hasta que doble su volumen (una hora aproximadamente).

Integrar el queso previamente rallado (puede ser muzzarella, fontina u otro queso gustoso.

Dividir la masa en dos partes de igual tamaño y formar dos rollos ligeramente alargados.

Precalentar el horno a 190ºC.

Colocar sobre placa enmantecada y dejar levar, cubierto con nylon y en lugar cálido, durante una hora aproximadamente.

También se pueden hornear en moldes para pan.

Antes de llevar al horno, pincelar los panes con huevo batido.

Cocinar en horno medio durante 35 minutos aproximadamente.