Elaboración
* Si no quiere usar garbanzos de lata, ponga en remojo los garbanzos secos desde el día anterior; luego hervir hasta que estén tiernos.
Cortar en trozos grandes el bacalao, poner en una cacerola, cubrir con abundante agua y dejar en remojo hasta el día siguiente. Cambiar varias veces el agua para desalar.
Al día siguiente cambiar el agua del remojo y hervir el bacalao hasta que esté tierno (ojo que es más tierno de lo que parece).
Escurrir, quitar la piel y espinas. Cortar en trozos más chicos.
Verter el aceite en una cacerola, calentar y rehogar en él las cebollas y los morrones.
Agregar los ajos machacados y saltear unos segundos.
Incorporar los tomates, el caldo y el pimentón.
Dejar hervir la salsa hasta que espese un poco.
Agregar el bacalao y los garbanzos escurridos.
Dejar hervir despacito, hasta que la salsa espese y el bacalao se impregne bien.