Elaboración

Virgilio narra que el hijo de Apolo y la ninfa Cirene, el mitológico Aristeo, aprendió del centauro Chitone el talento de criar bovinos y elaborar quesos. Para congraciarse con los humanos, decidió divulgar a los mortales los conocimientos del arte de la fabricación de quesos.

Apreciada desde los tiempos de los etruscos, la ricotta ha sido centro de numerosas historias.
Una de ellas cuenta que Elena, una joven campesina, iba rumbo al mercado con una cesta llena de ricota sobre su cabeza.

Mientras mantenía equilibrada su carga, pensaba: 'venderé la ricotta y compraré una gallina, la gallina me dará huevos y nacerán pollitos, los pollitos crecerán y podré cambiarlos por un cerdo, que engordaré y luego también venderé, para comprar una vaca que parirá muchos terneros que me darán leche, manteca y carne.

Luego compraré una fábrica y... tan absorta iba en sus pensamientos, que tropezó en el camino y cayó; toda la ricotta terminó esparcida por la tierra, y junto con ella sus deseos y sueños.

Es un queso fresco, escurrido, pues no se lo cura ni fermenta. Tiene poca sustancia grasa y calcio, pero buena cantidad de proteínas. Se consume fresca, en panes o desmenuzada.

El sabor es delicado, y es utilizada como ingrediente base de preparaciones tanto dulces como saladas.



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