Elaboración
Precalentar el horno a 250 ºC cuando vayamos a amasar.
En un cuenco profundo deshacer la levadura con el agua y añadir el huevo, mezclar todo bien con la sal.
Añadir la harina poco a poco y amasar enérgicamente procurando que la masa se despegue del cuenco, si no fuese así se le seguirá añadiendo harina hasta que esto suceda.
El amasado debe durar mínimo diez minutos. Cuanto más se trabaja mejor estará el pan.
Aceitar bien una bandeja de horno (a ser posible tibia).
Forma el pan en el centro, tapar con un paño de cocina; esto es muy importante, pues la masa fermentará mucho más rápido.
En una media hora o tres cuartos estará lista (mantener en lugar tibio). Debe alcanzar por lo menos el doble de su volumen.
Volver a amasar y dar la forma que prefiera.
Bajar la temperatura del horno a unos 180 ºC y meter el pan, no sin antes hacerle longitudinalmente un par de cortes (para que no rompa por donde pueda).
El tiempo de cocción será de unos veinte a cuarenta minutos.
Cuando esté dorado se le puede dar la vuelta para que dore también un poco la base.
Este pan además de ser delicioso dura perfectamente casi una semana tierno.