Elaboración

De origen francés, los patés se remontan a la Edad Media, cuando los pasteleros rodeaban las preparaciones con una masa, pâte, por lo que se servían en croûte (con costra). En el siglo XIV, en tiempos de Taillevent, autor del primer libro de cocina francés "Le viandier", los patés se rellenaban de muy diversas maneras, como, por ejemplo, con anguilas y caballa, con paloma u oca, con cochinillo o venado.

Se concedía mucha importancia a la presentacion, y así los patés representaban formas de aves, animales heráldicos u otras formas fantásticas.

Las terrinas y patés son mezclas de diversos ingredientes, bien picados o triturados y luego horneados. A diferencia del paté, las terrinas no van rodeadas de masa, ya está la terrina (nombre del recipiente contenedor y quien da nombre a la preparación) para acomodar y dar forma a los ingredientes.

Se elaboran de carnes variadas especialmente de caza pero también de pescado, frutos del mar y vegetales. Generalmente, se cocinan tapadas en el horno a baño María. Se sirven como entradas frías al comienzo de una comida y pueden acompañarse de pepinillos, cebollitas en vinagre y salsas variadas, así como de pan de campo en rebanadas finas y tostadas.

Otra diferencia entre ambas preparaciones es su textura, dada por la diferencia de tamaños de los ingredientes: en las terrinas generalmente son procesados o picados más groseramente, a diferencia de los patés cuyos ingredientes son molidos finamente.


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