Elaboración

El origen de los helados es muy antiguo. Los chinos mezclaban la nieve de las montañas con miel y frutas, y los califas de Bagdad la mezclaban con jugos de frutas. Le dieron el nombre de 'sharbets', que significa bebida, de donde procede la palabra sorbete empleada hoy en día. Fue Marco Polo quien introdujo en Europa las fórmulas aprendidas en sus viajes para la preparación de helados, y durante mucho tiempo, por los pocos medios de que se disponía para su preparación, fueron únicamente manjar de reyes. A estos primeros helados de agua siguieron los de leche, que comenzaron a popularizarse cuando en 1660 el italiano Procopio abrió en París el Café Procope.

Desde la época de Marco Polo hasta nuestros días se han producido muchos descubrimientos que han favorecido el desarrollo y perfeccionamiento de este producto, el más consumido durante el verano, y que han conducido hasta el helado industrial, cuya elaboración ha sido posible gracias a inventos como el de la americana Nancy Johnson, que en 1846 creó la primera heladora automática.

De crema, chocolate, frutilla u otros sabores más arriesgados como jengibre y albahaca o una crema de romero o queso roquefort, el helado siempre es una buena opción para terminar una comida.

 

Las recetas

Terrina de crema helada y frutas rojas

Turrón helado de chocolate

Helado con frutas flambeadas

Helado de durazno

Helado de coco

Helados light

Tulipas para helado