Elaboración
Esta familia incluye más de 2000 especies de plantas herbáceas, arbustos y árboles distribuidos por las regiones templadas de todo el mundo. Las principales frutas europeas, además del rosal, pertenecen a esta gran familia. Se conocen en el mundo más de 1.000 variedades de frutillas.
A la hora de elegir frutillas, hay que asegurarse que sean frutas brillantes y de apariencia fresca, ya que son alimentos muy delicados y perecederos. No hay que dejarse influir por el hecho de que sean pequeñas, pues a veces son las más sabrosas.
Se conservan mejor si se guardan en la heladera o en un lugar fresco, oscuro y ventilado, lo más esparcidas posible en una fuente. En estas condiciones se pueden conservar hasta 5 días, si no están muy maduras.
Sus propiedades medicinales:
Hojas y raíces: dieuréticas y antirreumáticas; antiinflamatorias;
astringentes.
Fruto: disminuir el colesterol (debido a la gran cantidad de ácido
ascórbico, así como de lecitina y pectina en sus frutos); mineralizantes
(muy ricos en vitamina C, tienen virtudes antianémicas y reconstituyentes.
Resultan muy adecuados en la época de crecimiento).
Cada 100 gramos aporta 34,5 calorías, 2,2 g de fibra, 60 mg de Vitamina C; además de potasio, calcio y magnesio.
Dato curioso: Las hojas machacadas y aplicadas sobre la piel constituyen un buen remedio para evitar las arrugas.
Minirreceta:
Cortar las frutillas (previamente lavadas y sin el cabito), al medio o en cuartos si son muy grandes.
Espolvorear con azúcar y dejar macerar, para que suelten su jugo.
Agregar hojas de albahaca cortada a mano y un toquecito de pimienta negra recién molida.
Llevar a la heladera unos minutos, antes de servir.
LAS RECETAS
Pannacotta con sopa de frutillas
Cheese cake con salsa de frutillas
Tarta de queso crema y frutillas
Mousse de frutillas con salsa de mango / Light
Arrollado de frutas / Con opción light