Unas fiestas hipocalóricas

Elaboración
No nos engañemos, los días especiales en Navidad son cinco y no más: cena de Nochebuena y Nochevieja, almuerzo de Navidad y Año Nuevo, y agreguemos el día de Reyes como plus.
Sin embargo, con la excusa de la decoración navideña en el super, empezamos a comer turrones a principios de noviembre, y si a eso sumamos las despedidas, el tiempo lindo que invita a prender la parrilla y el clásico "afloje" de fin de año, nos vamos de vacaciones con protector solar, chancletas y varios kilos de más.
Para contrarrestar esto, hay algunas cosas que podemos hacer:
- Ejercicio físico. Caminar, andar en bicicleta, correr o trotar, clases de spinning... cualquier ejercicio físico que implique trabajo cardiovascular será bueno. Con criterio por supuesto, si no caminás ni diez cuadras no te anotes en una 10 k.
- Abundante líquido. Agua, agua y más agua. Jugos de fruta naturales o té helado puede ser buenas opciones para sumar y llegar a los tres litros diarios. Evitar las bebidas gaseosas, incluso las dietéticas, ya que hinchan y aportan calorías vacías de nutrientes.
- Incorporar frutas y verduras en todas las comidas. Condimentar las ensaladas con vinagre, aceto balsámico y sazonar con hierbas. Cuidar el consumo de aceite y sal. Terminar las comidas principales con una fruta fresca o una taza de ensalada de frutas natural o endulzada con stevia.
- Reservar los carbohidratos para el desayuno y evitarlos el resto del día. Puede ser yogurt con avena o granola, arroz con leche descremada y endulzada con stevia, quinoa con frutas, entre otros.
- Pequeñas ingestas. Intenta realizar de 5 a 6 comidas al día. Esas dos colaciones te ayudarán a mantener el índice glucémico en equilibrio y llegar con menos apetito a las comidas principales. Una fruta, un yogurt o un trozo de queso pueden ser buenas elecciones.
- Comprar de forma inteligente. El 26 de diciembre vuelven a abrir todos los supermercados, así que no es necesario acopiar alimentos ni comprar para 15 si vamos a ser 8. Si el año pasado la tía Rosa trajo cuatro turrones que quedaron de clavo hasta el 20 de enero (y que por supuesto terminaron en tu estómago) este año no compres vos también o regalá los que sobren. Hay que ser honestos y diferenciar cuando compramos para los demás y cuando compramos para comer nosotros.
- No a la comida chatarra. Durante esta semana previa la comida chatarra está prohibida: cero hamburguesas, snacks o papitas.
- Menos productos procesados. Limitar al mínimo o eliminar el consumo de panificados industriales, alfajores, galletitas y demás.
EL DÍA D
- Presentar opciones de picada más saludables, con frutas frescas y ensaladas variadas. Si un año no hay ensalada rusa no pasa nada, y si los cubos de queso de la ensalada Waldorf son de magro, nadie se entera. Una buena opción para picotear puede ser un hummus de garbanzo con palitos de verdura (zanahoria, apio).
- Cuidar las porciones. No es necesario probar tooodo lo que se pone sobre la parrilla o en la mesa. Seleccioná por gustos y/o calidad de los alimentos.
- Ojo con el alcohol. Aporta calorías vacías de nutrientes, deshidrata y deshinibe por lo que terminamos comiendo más de la cuenta muchas veces también como producto de la "baja de defensas" que nos provoca la bebida. Si vas a tomar, recordá hidratarte adecuadamente y no hacerlo con el estómago vacío.
- Opciones menos calóricas para la hora del postre. Helado de agua o dietéticos acompañados con frutas frescas; mousse de frutas o alguna tarta liviana.
Y lo más importante: disfrutar de estos días, de la compañía de familia y amigos, y también claro, de la comida. Poné música y sacá a bailar al tío o la tía, que además el mundo no se termina y si llegaste leyendo hasta acá es porque sabés -por experiencia propia- que tomar y comer como un ogro sólo te trae resaca y malestar al día siguiente.
¡Felices Fiestas!
Ingredientes
Algunos consejos de alimentación de Pilar, futura nutricionista y una "gordita de siempre" que lucha por mantenerse lo más flaca posible por fuera.