Elaboración

Volcar el paquete de garbanzos en un bowl amplio con agua. Dejar los garbanzos en remojo desde la noche anterior. Cambiar el agua varias veces.

Cocinar en olla presión u olla común hasta que estén cocidos. Se puede enriquecer el agua de cocción con alguna verdura como cebolla, zanahoria, apio y también hierbas frescas con un puñadito de sal gruesa.

Mezclar los garbanzos cocidos con el resto de los ingredientes en un recipiente.

Procesar o pasar por un mixer hasta formar una pasta.

Agregar un poco de agua de cocción o o aceite de oliva hasta conseguir una textura suave y aún sólida.

Añadir más limón, más ajo o sal, a gusto.

Se sirve frío, espolvoreado con pimentón y un chorrito de aceite de oliva.

Se disfruta sobre pan de pita, galletas o verduras crudas (zanahoria, apio, hinojo).

(*) El tahine es una pasta hecha con semillas de sésamo tostadas y molidas, ajo, sal, jugo de limón y algo de agua fría. Se consigue en comercios árabes o tiendas gourmet (si van al Chuy aprovechen para traer). Si no consiguen, quedará bien igual con los demás ingredientes.