Elaboración

Esta salsa se prepara en mortero, donde se machaca el ajo con la sal y un chorro de aceite. Se golpea el mortero hasta formar una pasta. Luego se aligera con un poco de agua y se vuelca sobre la ensalada.

Con raíces libanesas, Hermes cuenta que desde muy chico consumía ajo. Y esta salsa, que sugiere para acompañar pepinos, solos o con tomate y cebolla, tiene la particularidad de abrir el apetito, por lo que sirve para acompañar diferentes comidas.